La cereza (Prunus avium) es un fruto cada vez más popular entre los consumidores de todo el mundo, como lo demuestra el aumento de su consumo. Son frutos no climatéricos que se cultivan principalmente en países de clima templado. Actualmente, se dispone de medios de transporte e infraestructuras en la cadena de suministro que permiten exportar e importar cerezas entre países y continentes, como consecuencia, se reduce su vida útil a solo un par de semanas en condiciones de manejo en frío, destacando la pérdida de sabor, el oscureciendo del color de la piel, el pardeamiento y deshidratación del pedúnculo, y el desarrollo de podredumbres, provocando así insatisfacción y desencanto por parte del consumidor.

Con el fin de poder exportar las cerezas a mercados lejanos, fuera de la Unión Europea, con un alto nivel de calidad, SAT BEPA, pretende obtener un nuevo proceso productivo basado en:
- Nuevo tratamiento de fertilización que optimice la calidad del fruto y su vida Postcosecha.
- Nueva tecnología postcosecha que permitan alargar la vida útil de los frutos, garantizando un alto nivel de calidad, para prolongar el periodo de comercialización y poder exportar a mercados lejanos.

Para ello decidió llevar a cabo el proyecto titulado “INFLUENCIA DEL SILICIO Y DE LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS DE CONSERVACIÓN EN EL POTENCIAL POSTCOSECHA DE LAS CEREZAS, PARA SU EXPORTACIÓN A MERCADOS LEJANOS”.

El objetivo principal del proyecto es definir las óptimas estrategias pre- y postcosecha que permitan alargar la vida útil de las cerezas y, a la vez, proporcionar frutos de excelente calidad y elevada aceptación por parte del consumidor, poniendo especial énfasis en los compuestos volátiles.

• Objetivos técnicos específicos del proyecto: